¡Envíos a todo el país!🚀 10% Off transferencia bancaria 💸

Sensaciones Vol. 1 de 4: Lo importante es amar

Lo importante es amar (L'important c'est d'aimer, Francia, 105’, 1975) Dirección: Andrzej Zulawski. Guion: Andrzej Zulawski. Fotografía: Ricardo Aronovich. Intérpretes: Romy Schneider, Fabio Testi, Jacques Dutronc, Claude Dauphin, Roger Blin, Klaus Kinski.

Por Nicolás Di Cataldo


Sinopsis: Servais Mont es un fotógrafo freelance que trabaja para algunos gánsteres sacando fotos comprometedoras. Un día conoce a Nadine Chevalier, una actriz casada que se gana la vida actuando en cutres películas de bajo presupuesto




La primera sensación que me viene al terminar de ver Lo importante es amar es la abrumación. Termino agotado, tirado contra la silla, respirando. Ha sido un viaje que he transitado en algunos momentos a duras penas, atrapado en aquel mundo tan vasto y agobiante. Sus personajes no me han dejado siquiera un segundo en paz. Me he visto dando vueltas con ellos, sufriendo ante su forma de ver la realidad, ante el pesimismo que los rodea. Termino y no creo que haya escapatoria. Pero debo irme, alejarme, pausar esta historia durante un día al menos, para luego volver y escribir estas palabras…


Y es que el nerviosismo me ha consumido durante casi las dos horas del film. Su comienzo es fascinante y ya en aquella primera mirada de Nadine, con lágrimas en los ojos, suplicando a Servais que no le saque ninguna foto, yo ya estoy adentro… Pero aquel comienzo, que por lo general en otros films luego permite un descanso, acá no lo hace, sino que va en aumento. Hace mucho que no consumo películas de ese calibre: lo hice en su momento con von Trier, con el cual tengo mis idas y vueltas; lo sufrí en muchas ocasiones con Noé; lo amé en la filmografía de Haneke… Pero los tiempos van cambiando y ya no consumo películas para incomodarme, sino para verlas y analizarlas desde cierto confort, cierto bienestar que me permita ser un espectador activo, pero estando a salvo. Tal vez en otro momento la hubiese disfrutado más. Hoy por hoy, admito que fue un viaje increíble, pero agotador.


Las actuaciones me parecieron fantásticas. Sufridas, notablemente desgarradoras, pero majestuosas. Encuentro en Schneider unas miradas y unas expresiones tan transparentes que incluso siento rechazo ante su vulnerabilidad. Tal vez no estaba preparado para encontrarme con eso. Cuando aparece Klaus Kinski sé que esto no va a hacer más que seguir subiendo… Y así sucede. Todo está potenciado por mil. No hay encuentro que no resulte demoledor. Palabras que no resuenen hasta la siguiente escena. Miradas que permanezcan en la pantalla…


Pero esta no es la primera película que he visto de este director. Recuerdo, años atrás, cuando buscaba perderme en lo excéntrico, descubrir la película Possession (en una entrevista donde Gaspar Noé la marcaba como una de sus favoritas) y verla con un amigo… Fue tal nuestro asombro, que incluso aquella vez tuvimos luego que despejarnos un poco para poder asentar aquella historia en nuestras cabezas. Nuevamente, la actuación femenina en esa ocasión fue un esplendor.


Lo importante es amar me deja buenas sensaciones. No volvería a verla, y tampoco me atrevo a seguir indagando en la filmografía de su director por el momento. Pero es de esas películas que son irrepetibles, que mucho tiempo después seguramente las seguiré recordando. Parafraseando al anciano en la bellísima Amour de Haneke, que decía algo así como -No recuerdo las tramas de las películas, solo cómo me hicieron sentir-.






Mi carrito